¿Una prenda de alguna franquicia internacional, o un “resto de boutique” del mercadillo? ¿La rapidez y el “todo a mano” de una gran superficie, o la calidez y el saber vivir y vender de una tienda de toda la vida? En Vilagarcía todo es posible. Desde dejarse llevar por la aparente improvisación de un mercado que se celebra desde 1744, hasta ser seducido por escaparates que anuncian que “esta casa” fue fundada hace más de cien años. Desde los productos de gran consumo hasta las tiendas delicatessen o las verduras y pescados recién recolectados que se venden en la plaza de abastos. Pero siempre en confianza.
El mercadillo se celebra los martes y los sábados, salvo que sean festivos, en cuyo caso se adelanta un día. Los puestos se instalan en el tramo urbano comprendido entre la calle Alexandre Bóveda y la plaza Martín Gómez Abal, pasando por la avenida da Mariña, plaza de Doctor Carús y varias callejuelas de O Castro. Se trata del mercadillo más importante de la comarca, el más concurrido y también el más antiguo: el de los martes fue una concesión del rey Felipe V a don Antonio José Mendoza y Caamaño, III marqués de Vilagarcía y virrey del Perú, en 1744, para compensar la continua leva de vilagarcianos para la Armada. Desde entonces se viene celebrando ininterrumpidamente.
La plaza de abastos abre de lunes a sábado por la mañana. Sus instalaciones se dividen en dos edificios contiguos, uno de los cuales está dedicado exclusivamente a la venta de frutas y verduras cultivadas por las propias vendedoras; el otro, dispone de carnicerías, puestos de queso, pan y huevos en la parte superior, y una magnífica plaza de pescados y mariscos frescos de la ría.
En la parte alta de la plaza de abastos ofrecen la posibilidad de que nos cocinen el producto fresco que acabamos de comprar.
La zona comercial de la ciudad abarca desde el pazo de Vistalegre hasta la rotonda de O Ramal, y comprende varias calles y plazas peatonales. La oferta es abundante y muy variada. En el campo de la moda, cuenta con comercios de gran tradición, tiendas especializadas en determinados estilos (surfer, hippie, hip-hop, etc.) y franquicias de marcas nacionales e internacionales. En el ramo de la alimentación, hay representación de las principales cadenas de alimentación nacionales e internacionales, junto a ultramarinos de atención personalizada y tiendas de delicatessen. El visitante tiene en Vilagarcía prácticamente todo lo que puede necesitar. Muchos de estos pequeños comercios pertenecen a la asociación Zona Aberta.
Asimismo, la ciudad cuenta con un centro comercial ubicado en las inmediaciones del parque de A Xunqueira. El centro abre de lunes a sábado, de 10 a 22 horas. Además de un hipermercado, en su interior se ubican bares, cafeterías y tiendas de diversos sectores. Los clientes disponen de estacionamiento subterráneo y facilidades de acceso para los discapacitados físicos.
Ultramarinos de gran tradición en la villa, ya que abrió sus puertas en 1950. Ofrece productos delicatessen y originales, con un servicio personalizado al cliente. Su bodega cuenta con infinidad de caldos de todas las denominaciones de origen más reconocidas a nivel mundial. Además está especializado en chocolates, mermeladas, galletas y todo tipo de productos gallegos.
En esta coqueta tienda encontraremos gran variedad de tés calidad premium, procedentes directamente desde sus plantaciones de origen, así como pastas artesanales, mermeladas y chocolates, además de todo el menaje necesario para disfrutar de una sabrosa infusión.
Situada en plena alameda, ofrece gran variedad de productos gallegos, entre los que destacan las mermeladas artesanales, las conservas de la zona y los vinos albariños.
Tienda de alimentación como las antiguas pero centrada en las necesidades alimentarias actuales y cuya apuesta principal es el producto gallego.
Gastrotienda con encanto y cuidada decoración. Sus productos pueden degustarse en el propio establecimiento o en la terraza, que goza de estupendas vistas sobre la isla de Cortegada y los viveros de almeja.