A pie, en bici, en barco, en kayak, a caballo… De día, respirando aire puro; de noche, viendo las estrellas y escuchando el sonido del silencio… Por el monte, por la ciudad, por la ría… En el presente, por el pasado… Olfateando flores, degustando albariño… Aprendiendo a recolectar marisco, observando cómo se hace conserva… ¿Alguien da más? Pues sepa que en Vilagarcía tenemos más de veinte propuestas para realizar una ruta, ya sea de forma autónoma, ya sea acompañado por un guía. La decisión, lo sabemos, no será fácil.
Para introducirse en el pasado y presente de la ciudad, nada mejor que hacerlo con la ruta histórica, que le llevará por calles y plazas. Verá restos arqueológicos, un pazo, un convento y una iglesia catalogados como monumento nacional… pero también lo que queda del antiguo barrio pesquero, edificios singulares del siglo XIX y principios del XX, y también algunos jardines con árboles centenarios. Si quiere ahondar un poco más también podrá visitar el Castro de Alobre, uno de los más importantes del Noroeste peninsular, y seguir una singular ruta de los cruceros que le llevará por la Vilagarcía menos conocida.
Apreciar Vilagarcía y su ría desde el mar es otra posibilidad. Puede obtener una visión general a través de una ruta en barco y o bien en un galeón de época. Igualmente, puede conocer de primera mano la pesca de la anguila y de la lamprea, además de acercarse a las bateas de mejillón y a los viveros de almejas y berberechos, con la ventaja de que, en este caso, podrá practicar este viejo oficio de la mano de expertas mariscadoras.
Y, por supuesto, podrá dejarse llevar por la magia de la isla de Cortegada (Parque Nacional de las Islas Atlánticas): su antiguo poblado marinero, la capilla, un sendero que atraviesa bosques de laureles, robles y eucaliptos, sus idílicas calas y, por supuesto, sus leyendas.
Las rutas enogastronómicas son otra buena opción para aprehender Vilagarcía. Visitar una bodega familiar o una conservera tradicional, participar en una ruta de las tapas o darse un paseo entre viñedos y camelias para luego visitar el pazo y la bodega de Rubiáns son cuatro posibilidades a cada cual más atractiva.
Por fin, también cabe disfrutar de la ciudad desde un punto de vista más espiritual. En Vilagarcía se fundó la Ruta Fluvial Xacobea del Mar de Arousa y Río Ulla, que rememora el primigenio viaje del Apóstol Santiago desde Jerusalén a Compostela, y por ello es posible repetir aquel periplo pero no en la legendaria barca de piedra sino en un cómodo catamarán, remontando el río y pasando por las Torres de Oeste, otrora “llave y sello de Galicia” contra las invasiones normandas.
La Ruta del Padre Sarmiento es el otro “camino de Santiago” que atraviesa Vilagarcía, en este caso, como una etapa más de la ruta que comienza en Pontevedra y, siguiendo toda la costa, llega hasta Padrón, en donde enlaza con el Camino Portugués que lleva a Compostela.
En resumen, el menú de rutas por y desde Vilagarcía contiene hasta veinte propuestas. En su mano está elegir cuál o cuáles más le gustan. Pero escoja la que escoja, puede tener por seguro de que irá por el buen camino.