Vilagarcía dispone de un buen número de parques y jardines que la convierten en una ciudad humana, agradable y en la que resulta fácil vivir. En nuestra ciudad, el viajero podrá optar por jardines urbanos, junto al mar, pero también de parques fluviales, ligados a la tradición agrícola, e incluso de jardines botánicos, fruto de la pasión de un aristócrata que durante años reunió especies de todo el mundo.
Creado en 2002, sobre un antiguo relleno portuario que, a su vez, sirvió de recinto ferial, el parque dedicado al poeta de la libertad tiene una superficie de 18.000 metros cuadrados. Distribuido en varias zonas (bosque, camelias, pradera…) en todas es posible encontrar poemas ya clásicos de Miguel Hernández, lo que da un valor añadido a este parque situado a medio camino entre la avenida de la Marina y la zona lúdica del puerto deportivo. Cuenta con un carril bici que bordea todo su perímetro y uno de los parques infantiles más concurridos del centro con dos zonas diferenciadas, una de 0-6 años y otra de 6-12, además de columpios adaptados.
Con una extensión de 12.000 metros cuadrados, es el de mayor riqueza del municipio. Su origen data de los años 30 del siglo XX, cuando los duques de Terranova decidieron convertir parte de su finca particular en un jardín con gran variedad de especies exóticas, que llegaron a Vilagarcía a través del puerto. Algunos de sus ejemplares, de gran porte, están registrados como únicos por el Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán (Pontevedra). Un riachuelo, escaleras de piedra, un molino, bancos… todo ello dota al lugar de un encanto especial. El jardín es también conocido como “O Castriño” por hallarse al pie del Castro de Alobre, cuna de la actual Vilagarcía.
Situado al pie del arenal del mismo nombre, su origen data también del primer tercio del siglo XX, cuando el Ayuntamiento lo adquirió a un particular para servir de complemento a la playa de Compostela. Cerrado por una característica verja de hierro, en su interior se hallan árboles de gran envergadura, junto a zonas de césped y un espacio dedicado a los juegos infantiles de 0 a 12 años.
Ubicado en la zona de A Florida, un antiguo priorato ligado al Monasterio de San Martín Pinario de Santiago, este parque conjuga naturaleza e historia a partes iguales. Naturaleza, porque discurre a ambas márgenes de un río, con paseos, zonas cubiertas de juegos infantiles de 6 a 12 años, y mesas. E historia, porque aquí se halla la famosa fuente de A Coca y también los restos de algunos de los siete molinos que jalonaron el río.
Relativamente nuevo (data de 1994), es probablemente el más utilizado por los vilagarcianos. Situado junto al conjunto monumental de Vistalegre, al pie del río y a un paso del centro comercial, A Xunqueira ofrece lugares de paseo, zonas de pradera, dos zonas de juegos infantiles, algunos de ellos adaptados (una de 0 a 6 años y otra de 6 a 12) y hasta pistas polideportivas (baloncesto). En verano también acoge conciertos y actividades lúdicas de todo tipo.
Como el de A Xunqueira, también tiene carácter urbano, combinando superficies duras para la práctica deportiva (skate), con zonas de jardín y paseo. Debe su nombre a que se realizó junto al mar, en 1988, con motivo del centenario de la habilitación del puerto como “de interés general del Estado”. Desde este jardín arranca un paseo que, al borde del mar, llega hasta Carril. También posee un carril bici que continúa por el puerto.
Es, sin duda, el más urbano de todos los parques municipales. Construido en los aledaños de un parking y sobre un antiguo relleno portuario, conecta la zona de la Marina con el puerto. En él encontraremos desde canchas de baloncesto y hockey, pasando por un circuito para patinaje y la imprescindible zona de juegos infantiles.
Son dos pequeños jardines con más de un siglo de existencia. El primero, delante de la iglesia. El segundo, al pie de la casa consistorial y con zona de parque infantil de 0 a 6 años. Plátanos de gran porte dan sombra a unos característicos bancos de forja y madera pintados de color rojo.
El parque está vallado y dotado con juegos de «agility» para que los animales puedan hacer ejercicio. Además, cuenta con una fuente y papeleras para depositar las heces de los canes.