Desde 1698, cuando se creó la cofradía de San Roque, hasta hoy ha pasado tiempo más que suficiente para que las fiestas de Vilagarcía hayan alcanzado el justo título “de interés turístico nacional”. La conocidísima “fiesta del agua”, el “combate naval”, festival pirotécnico de más de 150 años de antigüedad, las muestras gastronómicas de la almeja, de la sardinas “revenidas” o de las setas, pero también celebraciones populares como los carnavales, los “maios”, la “noite das meigas” o la cada vez más concurrida toma de las uvas a las 12 del mediodía del 31 de diciembre, conforman una oferta lúdica difícil de superar.
Las fiestas patronales de Vilagarcía, declaradas de Interés Turístico Nacional, se celebran durante 10 días en torno al 16 de agosto, San Roque.
En este día se suceden dos eventos singulares. Uno, de carácter religioso, consiste en el traslado del santo desde la iglesia parroquial a la capilla que lleva su nombre. Miles de fieles acompañan al santo de Montpellier en este recorrido, que la imagen realiza moviéndose al son del pasodoble “Triunfo”.
Una vez recogido el santo, comienza el otro evento, más lúdico: la fiesta del agua. Miles de niños, jóvenes y no tan jóvenes recorren las calles al grito de “¡agua!” o, directamente, “¡aquí no llega!”, con el que invitan a los vecinos a que los refresquen. Cubos, mangueras, botellas… cualquier artilugio es válido. Y por si eso no es suficiente, a la batalla se suman los camiones de bomberos y protección civil. La fiesta, animada por espontáneos aguadores y charangas, no termina hasta primeras horas de la tarde.
La fiesta del agua, a la que acuden cada año más de 30.000 personas, ha recibido el reconocimiento no sólo nacional sino también internacional, al figurar en multitud de webs que recomiendan las mejores fiestas de España. Hasta la propia Unesco, en una publicación sobre el Día Internacional del Agua, ha recogido la tradición festiva vilagarciana.
En cualquier caso, San Roque es mucho más que la Fiesta del Agua. Durante toda la semana se celebra el Festiclown, un festival callejero que reúne a algunos de los mejores espectáculos de clown del panorama internacional. Igualmente, se celebra una Semana de Cine, hay conciertos gratuitos y numerosas actividades de animación para todos los públicos.
Las fiestas rematan con el Combate Naval, un festival pirotécnico con más de 150 años de antigüedad que rememora el asalto al puerto de El Callao (Perú) en 1866. En el entorno de San Roque se celebran, igualmente, la Fiesta de la Almeja de Carril y el Festival de las Revenidas de Vilaxoán, en el que se combina la tradición gastronómica de las sardinas asadas y conciertos de música. El ciclo festivo del patrón se cierra con la Noite das Meigas, en el último sábado de agosto.
Las celebraciones para honrar a esta santa italiana, cuya imagen se venera en la iglesia-convento de Vistalegre, tienen lugar el 22 de mayo (festivo local) y son el punto de partida de la maratón lúdico-festiva que durará hasta septiembre.
Santa Rita de Casia goza de gran devoción entre los vilagarcianos y vecinos de todo O Salnés, que recurren a la “abogada de los imposibles” para que les ayude a resolver sus problemas. Las celebraciones tienen marcado carácter religioso: desde muy temprano y durante todo el día se celebran misas en el templo a las que acuden centenares de fieles de toda la comarca. Por la tarde, tiene lugar una multitudinaria procesión que recorre las principales calles de la villa. Una feria celta en el entorno del convento, conciertos y verbenas complementan el programa.
Julio es el mes festivo por excelencia en la villa marinera de Carril. El Carmen (16 de julio), El Apóstol (25 de julio) y San Fidel (domingo siguiente al Apóstol) son las tres citas principales, a las que hay que añadir la celebración de San Roque (16 de agosto).
La antiquísima danza de las espadas en el Apóstol y los gigantes y cabezudos son dos símbolos distintivos de la villa.
Vilaxoán celebra el sábado y domingo siguientes al 16 de julio las fiestas de El Carmen. Cuando es posible realizarla, la procesión marítima es uno de los actos más vistosos. En la vertiente más lúdica, cabe citar la celebración del “Vilaxoán canta”, un certamen en el que los vecinos hacen gala de sus dotes para el canto, formando un multitudinario coro.
La segunda fiesta de Vilaxoán se celebra terminado el verano: El Rosario, que da nombre a la cofradía. Los festejos tienen lugar el primer domingo de octubre y cierran el ciclo festivo del verano en Vilagarcía.
SEGUNDA QUINCENA DE AGOSTO
El bivalvo más identificativo de Carril es el protagonista de esta fiesta gastronómica que se celebra en la segunda quincena de agosto. La organizan la Cofradía de Pescadores y la Agrupación de Parquistas, que explotan los viveros.
La fiesta, declarada de Interés Turístico de Galicia en 2014, cuenta con pregón propio, desfile de cofradías gastronómicas y actividades de animación, entre los que destaca un concurso popular de platos que han de tener como base la almeja que la propia organización pone a disposición del participante, pero el grueso de la fiesta se concentra, sin embargo, en la degustación popular de miles de raciones de almejas a la marinera regadas con el albariño de una bodega local.
SEGUNDA QUINCENA DE AGOSTO
Vilaxoán tiene tras de sí una gran tradición marinera. De ahí esta fiesta en torno a las “revenidas”, sardinas recién pescadas que, dejadas en sal durante varias horas, son luego asadas y degustadas popularmente acompañadas de pan de maíz y albariño.
Todo en el parque de Dona Concha, a la sombra y viendo el mar. La fiesta se complementa con un festival de música en el que se apuesta por las bandas gallegas, a las acompañan otras del panorama nacional e internacional. Una zona de acampada junto a la playa de O Preguntoiro, un festival de circo solidario, showcookings y una feria de artesanía conforman, con la gastronomía popular, una oferta singular para todos los públicos.
SEGUNDA QUINCENA DE NOVIEMBRE
Organizada por la agrupación micológica A Cantarela, es una gran oportunidad para conocer las setas, un producto aún poco utilizado en Galicia pese a la riqueza micológica de nuestros montes.
Tiene lugar en la segunda quincena de noviembre y se desarrolla en dos escenarios: la Plaza de la Pescadería y el Auditorio. Exposiciones, charlas, concurso de cocina y salidas micológicas forman un cartel que concluye con una degustación de platos cuya base principal son las setas, a precios populares y en el segundo domingo de noviembre.
El Carnaval, fiesta de hondas raíces en el mundo católico, ofrece por unas horas la oportunidad de transgredir el orden social y divertirse sin cortapisas. A pesar de que cada año son más habituales los disfraces muy trabajados, no hace falta más que ropa vieja y algo de imaginación para participar en la fiesta, convirtiéndose en un “choqueiro”. El carnaval concluye con el popular “entierro de la sardina”, que anuncia el comienzo de una nueva etapa.
La Fiesta de los “Maios” se celebra el día primero del mes de las flores. Recuperando una tradición gallega, se organiza una exhibición de los mejores “maios”, composiciones que se hacen con flores, hierba, helechos, frutas y huevos como materiales más habituales, todo ello acompañado por ingeniosas letrillas. Normalmente, se celebra en la en el Parque Miguel Hernández, salvo que el tiempo no lo permita, en cuyo caso se traslada a la Plaza de la Pescadería.
Es la despedida del verano. Al caer la noche del último fin de semana de agosto, las principales calles del centro urbano se pueblan de espíritus, que al son de la música y de representaciones teatrales callejeras, buscan los lugares donde poder degustar gratuitamente la queimada que les reconforte el ánimo.
Los vilagarcianos que lo desean se reúnen en la plaza de Ravella para celebrar juntos la despedida del año. Las uvas, repartidas gratuitamente, al igual que el cava, las guirnaldas y los confettis, se toman al son de las campanadas de la casa consistorial. Pero no a las 12 de la noche, sino a las 12 del mediodía.