Mientras se degusta la cocina casera, en la que destacan el pulpo y los pescados, puede disfrutarse del mar a través de sus cristaleras, que se asoman al paseo marítimo.
Localizado a unos dos kilómetros del centro de Vilagarcía, con una larga trayectoria profesional y una cocina tradicional con productos de la zona. Es particularmente apreciado el churrasco de cerdo a la brasa con una salsa elaborada por la propia casa.