De un siglo posterior al de Sobrán data otro de los importantes ejemplos de este tipo de arquitectura genuinamente gallega con que cuenta Vilaxoán: el pazo de Pardiñas, también conocido como Casa-Torre de los Pardiñas Villardefrancos. Datado inicialmente en el siglo XVI y luego muy reformado en el XVIII, el de Pardiñas es el contrapunto a los otros dos pazos existentes en Vilaxoán: Sobrán y O Rial.
En este caso se trata de un edificio que fue erguido pensando más en servir de morada que de centro de producción agropecuaria, de ahí la ausencia de un hórreo como el O Rial o un gran lagar como el de Sobrán.
Por esa misma razón, en Pardiñas tiene más presencia la ostentación de poder de cara al exterior que las construcciones anexas, aunque también es destacable el jardín interior. Las gárgolas que recorren toda la cornisa; los contundentes modillones que sostienen los amplios balcones con barandilla de hierro fundido por los que los señores de la casa se asomaban a la calle; y, sobre todo, la torre cuadrada que se adosa al final de la casa rectangular, ayudan a reforzar la presencia del edificio en medio de una trama urbana que, en su origen, estaba compuesta por viviendas de pescadores y de planta baja.
Construido en el siglo XVI por Juan Daval y María Pérez de Leiro, a su vez fundadores del convento de Cambados, el pazo pasó pronto a ligarse a la familia Pardiñas Villardefrancos, con solar en las tierras de Bergantiños (A Coruña) y por lo tanto muy alejadas de los intereses arousanos. Con todo, es preciso mencionar a uno de sus descendientes, José Rafael Pardiñas, un coronel del Ejército, que, ya retirado y siendo morador del pazo vilaxoanés, se puso al mando de las milicias de la comarca en su defensa contra la invasión francesa de 1809.
Dirección: 36611 – Vilagarcía de Arousa
