Petroglifos de Os Ballotes

La estación de Os Ballotes, en la parroquia de Bamio, es una de las más importantes y demuestra la antigüedad del asentamiento de población en Vilagarcía de Arousa.
Vivirla para conocerla, visitar

Los petroglifos son una de las representaciones más interesantes del arte prehistórico gallego. La estación de Os Ballotes, en la parroquia de Bamio, es una de las más importantes y demuestra la antigüedad del asentamiento de población en Vilagarcía de Arousa. Os Ballotes tienen un fácil acceso desde la carretera antigua de Carril a Santiago.

POSICIÓN ESTRATÉGICA

Petroglifo procede de las palabras griegas petro (piedra) y glyphus (grabar). Por tanto, un petroglifo es un grabado en piedra. Suelen representar elementos relacionados con el entorno en el que se producen: el paisaje, los animales (especialmente ciervos y en menor medida caballos, otros cuadrúpedos y serpientes), la caza, los astros (representados por círculos y cazoletas) y armas (el hombre que habita ese paisaje).

 

La elección del lugar no es casual: normalmente se trata de rocas horizontales o ligeramente inclinadas. Y no destacan en el paisaje, aunque desde ellas se suele admirar un buen entorno, como es el caso de Os Ballotes, lo que suele relacionarse con su significado como hito: un lugar propicio para la caza, la cercanía de un manantial, un marco geográfico en el límite de la zona de cultivo.

Arte prehistórico con vistas a la Ría de Arousa

SÍMBOLOS ENIGMÁTICOS

La simbología de los grabados se nos escapa en muchas ocasiones, pero hay que tener en cuenta que en las épocas prehistóricas el arte está habitualmente ligado a los ritos y a la religión. En todo caso, símbolos de los antepasados que habitaron estas tierras en la Edad del Bronce.  En Os Ballotes se pueden distinguir varias zonas de inscripciones. Ciervos de perfil con los cuernos de frente, unos quietos, otro en movimiento, uno con un ojo y boca –algo poco habitual en el arte rupestre, unos gravados con cincel pétreo y otro con punzón metálico… todo indica que Os Ballotes fue realizado por distintos artistas en distintos momentos.

En el área norte del conjunto, la figuración animal es sustituida por el simbolismo de los círculos. Se trata de una docena de cazoletas de distintos tamaños que no tienen una disposición geométrica concreta, como sí es característico de muchos petroglifos. Llama la atención la existencia de una pila natural a cuyo lado hay un círculo irregular que, en su interior, contiene tres cazoletas más. Además de esta roca, en las inmediaciones hay otras que también sirvieron de base para este arte rupestre.

Mitos y leyendas se unen en torno a un tesoro en la noche de San Juan

LA PIEDRA DEL ENCANTO

Muy cerca de Os Ballotes (apenas 500 metros en el margen izquierdo de la carretera en dirección a Vilagarcía) se halla otra estación de petroglifos, Meadelo, hoy muy deteriorada pero con un alto valor cultural, pues está ligada a una antigua leyenda sobre un tesoro, recogida por el historiador Bouza-Brey. Esta sería, pues, “A Pedra do Encanto” (“La piedra del encanto”).

Según la tradición, por la noche de San Juan una mujer instalaba una tienda con muchos objetos de oro y plata. Al pasar un hombre, le preguntó qué objeto le gustaba más. Él respondió que las tijeras de oro. Si hubiera respondido: “Me gusta la tienda y más la tendera”, se hubiera quedado con el tesoro completo, pero como no fue así, la tendera maldijo a tan mal observador: “Que te corten los pulmones con ellas”.

Dirección: C/ Os Petroglifos, 19. Bamio (San Xens). 36618 – Vilagarcía de Arousa

Web: www.visitvilagarcia.com

E-mail: turismo@vilagarcia.gal

Teléfono: 986 50 12 27 / 647 783 469 (Oficina de Turismo).

Visitas: En cualquier momento del año, pero se recomienda especialmente al atardecer por la incidencia de la luz sobre los grabados. Entrada gratuita. En agosto, coincidiendo con las fiestas patronales, se suele organizar una visita nocturna y guiada por expertos, titulada “Longa noite de pedras” (“Larga noche de piedras”), parafraseando el título de la célebre obra de Celso Emilio Ferreiro.

X