Ruta Castro Alobre

Pocas veces un yacimiento arqueológico ofrece tantas posibilidades.
Vivirla para conocerla, visitar

Pocas veces un yacimiento arqueológico ofrece tantas posibilidades. A un paso del centro urbano, al pie de la ría y del río, y junto a un pazo del siglo XVI y una iglesia y convento del XVII, el Castro de Alobre invita a hacer un fantástico viaje a través del tiempo: desde la cultura castreña al Medievo, pasando por la romanización.

En el Castro de Alobre es posible acercarse a las primeras formas de comercio marítimo, origen del actual puerto de Vilagarcía; conocer la más antigua tejera del Noroeste peninsular y dejar volar la imaginación alrededor de mitos y leyendas como las del túnel de doña Urraca, que supuestamente conectaba el convento de Vistalegre con el castillo de Lobeira, o el misterioso asesinato de un niño, sin dejar de pensar en Neptuno, dios del mar, o el viejo “camino real” que unía Cambados con Iria Flavia, final del trayecto de los restos del apóstol Santiago.

El Castro de Alobre es, en definitiva, un lugar de la memoria. De la memoria de una ciudad que tiene, precisamente en este lugar, la explicación de muchas de sus características actuales.

 

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