Ruta Histórico-Turística

La Vilagarcía más esencial en un paseo corto y entretenido a través de 11 paradas imprescindibles perfectamente señalizadas, que nos permiten descubrir el conjunto urbano del municipio.
Vivirla para conocerla, visitar

Este itinerario circular y autoguiado recorre la Vilagarcía más esencial en un paseo corto y entretenido a través de 11 paradas imprescindibles perfectamente señalizadas, que nos permiten descubrir el conjunto urbano del municipio, donde cada rincón, calle o plaza son una invitación al descubrimiento. Los textos y fotografías de cada uno de los 14 paneles nos sirven como medio para acercarnos a cada espacio emblemático de la villa y comprender nuestro pasado y saborear nuestro presente.

Plaza Ravella  Ayuntamiento

Para comenzar el recorrido nada mejor que hacerlo en la plaza De Ravella, antiguo “Campo de Cabritas” y donde se realizó el primer ensanche de la villa para acoger la Casa Consistorial proyectada por el Alcalde Francisco Ravella i Arenas. Inaugurada en el año 1891, se trata de un edificio de estilo francés. Enfrente, un pequeño jardín con plátanos centenarios.

Plaza Independencia

Nuestra segunda parada nos traslada a la plaza de Independencia, espacio con gran poso histórico. No sólo porque esta fue la antigua plaza del Mercado y en ella estuvo la picota medieval, sino porque hoy se llama de la Independencia en recuerdo del heroico gesto de los vilagarcianos que en 1808 fueron los primeros de Galicia en alzarse contra la invasión francesa. Una escultura alegórica sobre una fuente recuerda aquellos hechos.

Plaza de Galicia

La plaza de Galicia representa el mismo corazón del casco urbano. Lo que en origen fue marisma, luego pasó a ser la plaza del Reloj, porque, en efecto, allí estaba el único que había en la villa, y más tarde, del Sol, para convertirse hoy en el espacio sobre el que gravita el pulso de la ciudad.

Plaza de España – Iglesia de Santa Eulalia de Arealonga

A escasos cien metros de la anterior, aparece la plaza de España, hoy un agradable jardín de plátanos centenarios en torno a una gran fuente. En esta plaza se alza la principal iglesia de la ciudad, de estilo barroco, levantada a mediados del siglo XVII y dedicada a Santa Eulalia, patrona de la ciudad.

 

Pazo de Vista Alegre – Iglesia de San Cristóbal – Convento de las Agustinas

La plaza de España conecta a través de la calle Arzobispo Andrade con el conjunto histórico-artístico de Vistalegre, cuyas edificaciones -pazo, iglesia y convento- son excelentes ejemplares de la arquitectura señorial de los siglos XVI y XVII.

Castro Alobre

Desde Vistalegre una escalinata de acero corten nos acerca al Castro de Alobre. Este poblado representa nuestros orígenes, ya que este asentamiento costero celta, con zonas posteriormente romanizadas, fue el germen de la actual Vilagarcía. Por la relevancia de sus hallazgos, el castro, actualmente en proceso de musealización, es uno de los más importantes del noroeste peninsular.

 

Calle Castelao

Bajando en línea recta desde el castro alobre y el conjunto de Vistalegre, nos adentramos en la Calle Castelao, una de las arterias principales de la ciudad, no en vano en día llegó a contar con hasta tres cines. Hoy todavía se conservan significativas edificaciones de principios del siglo XX y se ha transformado en una bulliciosa calle peatonal repleta de comercios y terrazas.

Jardín botánico Enrique Valdés Bermejo

Este jardín, de unos 12.000 metros cuadrados, se halla en la parte baja del Castro de Alobre. Fue creado en los años 30 del siglo XX por el duque de Terranova, con especies traídas de diversos del mundo a través del puerto. Posee una gran riqueza botánica con especies registradas como ejemplares únicos por el Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán.

Plaza de Abastos

La plaza de Abastos se alza muy próxima al conjunto de Vistalegre y su edificación, a pesar de las reformas, sigue siendo ejemplo de las notables construcciones de la villa de principios del siglo XX.

O Castro

A escasos metros de la anterior podemos apreciar O Castro, en origen un pequeño barrio de pescadores, donde el fundador de la villa García Caamaño, a mediados del siglo XV, animó a los primeros moradores a que construyeran sus casas ayudándoles con piedra, madera, pan y vino. En O Castro aún es posible ver algunas de las viejas casas de marineros, especialmente en la calle del Cristo.

Plaza da Peixería

La plaza de A Peixería destaca por ser el primer gran edificio público que se creó en Vilagarcía, incluso antes que la Casa Consistorial. Construido entre 1881 y 1883, es un bello ejemplo de la arquitectura de hierro de finales del siglo XIX. Hoy es un centro multiusos, que acoge desde conciertos y actividades culturales a fiestas populares o gastronómicas.

A Mariña

Esta avenida, que arranca precisamente de A Peixería, es la viva imagen de la evolución urbanística de Vilagarcía, ya que supone la parte central de la antigua Arealonga, es decir, la franja de terreno que se extendía desde O Castro, núcleo fundacional de la ciudad, hasta O Ramal, que se conocía como “cabo da vila”.

Alameda

Este espacio, también ubicado en la avenida de la Marina, es uno de los lugares preferidos de los vilagarcianos como lugar de encuentro y de paseo, ya desde su creación, a mediados del siglo XIX. Se caracteriza por sus plátanos centenarios y sus bancos de piedra con respaldo de forja.

A Baldosa – Valentín Viqueira

La Ruta remata en A Baldosa, calle animada y concurrida de obligada visita, ya que fue de las primeras peatonales del municipio y un clásico en cuanto a vinos, tapas y terrazas. El mejor fin de ruta.

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